En el Imperio de Aliope, donde existen las bestias divinas, la familia ducal Moonrefe, una de las cuatro casas más poderosas, perdió a su bestia sagrada y acabó arruinada. El joven duque Edenber, decidido a salvar a su familia en decadencia, y realizó un ritual prohibido: invocar a una criatura ancestral que reemplazara a la bestia divina. Con una solemne determinación, juró: «No importa qué monstruo aparezca, lo someteré y lo convertiré en nuestra bestia sagrada». Pero, en lugar de un ser temible, lo que apareció fue— «¡Waaa!» ¡Una pequeña dragón recién nacida, tan débil que ni siquiera había roto del todo su cascarón! Y para empeorar las cosas, en cuanto activó el hechizo de traducción, la primera frase que escuchó fue: «Bbi-ya… Bbi-ya-bbi… (Esposo… el cascarón sabe horrible…)». ¿Podrá Edenber realmente salvar a su familia convirtiendo en bestia divina a Ashil, una cría de dragón que, desde el primer momento, insiste en llamarlo “Esposo”?